viernes, 16 de marzo de 2012

8 de marzo: ¿Y los hombres qué?

El 8 de marzo pasado en una clase en la que estaban unos treinta alumnos, la maestra que impartiría su clase en el horario de las 10 horas, entró y sonriendo felicitó a las mujeres por ser el Día Internacional de la Mujer. Palabras bonitas de esas que roban sonrisas y terminan agradeciéndose. Posteriormente hizo un breve discurso del cual salió el tema de este texto.

En el disertación la catedratico mencionó que si se hablaba de una igualdad de género en nuestro México cómo era posible que sólo se celebre a la mujer y no se celebre al hombre. Por último terminó felicitando a los hombres que al igual que unas mujeres recibieron de buena ganas sus ideas y asintieron en que debería haber un día en el que se celebre al hombre.


En un plano más general ese día en diversos medios (radio, televisión, prensa, etc.), y en diversas programaciones los conductores felicitaban a las mujeres. Hasta el presidente de nuestra nación en un evento público felicitó al sexo femenino, y mencionó que mientras no exista verdadera igualdad de sexo no existirá verdadera democracia. En esa terrible desigualdad puede estar el por qué no celebramos un Día Internacional del Hombre.

El Día Internacional del Hombre, de acuerdo con varias fuentes, sí existe, lo celebran en más de 40 países desde hace 12 años. México está entre esos países que celebran el Día Internacional del Hombre, cuya celebración es el 19 de noviembre, pero, por qué en nuestro país ningún medio felicita a los hombres, por qué ningún funcionario público da unas palabras de motivación a los hombres.

El Día Internacional del Hombre tiene como propósito celebrar la masculinidad del hombre. En México existe aún machismo, término muy alejado de lo que es masculinidad, tal vez por ese machismo es que no se celebra el 19 de noviembre, tal vez por eso nadie lauda al hombre mexicano.

Si alguien quisiera defender a los hombres diciendo que el verdadero nombre del día 8 de marzo es Día Internacional de la Mujer Trabajadora; argumentaría que no es lógico celebrar a todas las mujeres pues el nombre incluiría sólo a las mujeres trabajadoras, pero al fin de cuentas las mujeres se empeñan y trabajan más que los hombres (me incluye).

En las redes sociales también se podía leer que algunas mujeres y hombres cuestionaban el por qué no se celebra al hombre si nuestra Constitución Política comtempla la igualdad de sexo. Hay que entender que no es cuestión de leyes la discriminación que hay si no cuestión de cultura.

La masculinidad es la condición de que un hombre como todo un caballero ayuda a su mujer en los quehaceres, y además cuida de los suyos. El machismo es "yo gano el dinero y tú haces todo lo que yo quiera, y además como tú eres mujer eres inferior a mí", esto lo podemos entender mejor en el libro "El Laberinto de la Soledad" de Octavio Paz.

En México son pocos los que tienen un estilo masculino, abundan los machos. Cuando sean más los hombres que practiquen la masculinidad la igualda de sexo que está plasmada en nuestra Constitución será real. Hay probabilidades que en ese entonces los medios de comunicación den a conocer el Día Internacional del Hombre, los feliciten ellos y el Gobierno.

Imaginemos que en un futuro entre al salón de clases una maestra que felicite a sus alumnos por ser el Día Internacional del Hombre. Imaginemos que en la edición del 20 de noviembre de cualquier periódico leamos que el presidente dirigió un discurso a los hombres. Imaginense...


En este blog se publicará un texto diferente por lo general los días miércoles. Si alguien gusta de que se publique un texto de autoría suya será en un día distinto al miércoles, sólo basta que nos pongamos en contacto.
Por el momento me gustaría saber sus opiniones con respecto al texto, cualquier comentario lo pueden dejar aquí o en las siguientes direcciones:
E-mail: compartiendo.mariogall@gmail.com
Facebook: Mario Gallegos
Twitter: mario_gall
Me gustaría mucho recibir sus puntos de vista, me serán de gran ayuda si lo hacen…

lunes, 12 de marzo de 2012

Solo


Este texto es de Eduarto.Tort


Veo el agua moverse de manera natural,
En un día nublado y triste como éste,
Me hace recordar cuando estoy solo,
Porque mi mundo se vuelve melancólico.

Soñando con que el error es fundamental
En la vida para ganar experiencia
Y volverse un poco más astuto
En las cosas del amor.

Cuando mi vista se fija en el paisaje,
Me hace recodar el miedo que tuve
Para la expresión de mi sentir
Y darle un giro a lo que estaba mal.

Sólo la soledad me puede acompañar
Para entender las cosas,
Aunque a veces es mejor escuchar
Otras voces para aliviar el corazón.

La sonrisa quiere regresar a mi rostro,
Así como cuando yo tenía 6 años,
Así como cuando jugaba con todos,
Así como cuando estabas conmigo.

Las gotas de lluvia caen en mi rostro
Y me hacen sentir tranquilo,
Porque empiezo a filosofar
Sobre la vida y las relaciones humanas.

Nada aliviana el dolor que tengo,
Sólo estas palabras en una hoja de papel,
Que de seguro fue extraído de un árbol,
Destinado a que yo escribiera sobre él.

Cierro los ojos para encontrarte,
Pero, veo que es inútil,
Porque tú ya me olvidaste,
Y estás normal de la vida.

Me duele la espalda por las marcas
Que me dejan las rocas al recargarme,
Espera, es mi corazón
Que también está molido y abollado.

Algún día entenderé que pasó,
Y que la culpa también fue mía,
Quisiste quedarte sola,
Sin pensar en lo que sentía.

Cambio radical
En mi mente y corazón,
Hay que seguir adelante,
Para encontrar respuestas.

NIETO TORT EDUARDO ARTURO

Pueden dejar sus comentarios aquí, o enviarlos al correo compartiendo.mariogall@gmail.com
o al autor del texto en
Facebook: Eduardo Arturo Nieto Tort
Twitter: eduardotort









miércoles, 7 de marzo de 2012

Restaurante Visual

La gente muchas veces gusta de ir a comer a lugares, que no sean precisamente sus casas, entre estos lugares que la gente suele visitar se encuentran los puestos ambulantes de comidas, supermercados, plazas comerciales, la casa del amigo, y otros cuyos nombres no le daremos la importancia debida, sin embargo desde hace muchos años existen los llamados restaurantes, que por el solo nombre confiere un grado de confianza en los alimentos que aquí se preparan.
Hay muchos restaurantes, sin duda, tan solo tratar de enumerarlos, describirlos o clasificarlos sería una tarea que se llevaría muchos días, tal vez meses y puede que llegue a años; hay muchos en los diversos pueblos, estados y naciones. Pero de todos los restaurantes que existen nos centraremos en uno que tiene una característica especial, o que por lo menos lo hace diferente a todos esos restaurantes a los que se asiste comúnmente.
La ubicación la tiene como cualquier otro negocio, cerca de una calle, éste está en dirección de la misma calle de la iglesia central del municipio de Centla, en Frontera Tabasco. Para tener mayor referencia y sin sentido de publicidad en la misma calle que se encuentra el palacio municipal de dicho municipio.
Para notar cual puede ser la impresión de cualquier persona que llega por primera vez a consumir  a este negocio, nos vamos a centrar en tres personas, dos adultos y un joven, que después de andar buscando donde comer se decidieron a entrar a este puesto que les atrajo por lo tranquilo del local y tal vez porque había lugar para sentarse.
Antes de entrar, lo observaron por fuera y tal como cualquiera que pasé por ahí se podría percatar que no es un restaurante muy lujoso, ni atractivo, o como queramos llamarlo, sin embargo al estar situado en el centro de la ciudad le da una buena ubicación. Las altas paredes blancas de este restaurante se ven desgastadas por los años, específicamente por el sol y agua que se han escurrido por ella.
Con ventanas y puertas no  parecía un restaurante, sino más bien una casa común y corriente, lo único que hasta ese momento lo avaló como restaurante era un anuncio cerca de la puerta que tenía un caballero con armadura, lanza, montado sobre un caballo que decía en la parte superior “Restaurante” y abajo “El conquistador”. La imagen se veía bien, pero para que el restaurante se llamara el conquistador no era precisamente el mejor nombre para el negocio.
Después de que hubieron leído y espiado por las ventanas se percataron que precisamente sí era un restaurante, cuando hubieron entrado y tomado lugar desconfiaron un poco pues nadie se les acercaba a atenderlos, dentro del comedero parecía más bien que una familia tenía puesta varias mesas para comer.
Veían a todos lados, hasta que se percataron que una mujer que estaba cerca de una mesa los observaba, sobre la mesa había muchos lentes, tal vez más de 50 lentes. Una vez más pensaron que nadie los atendería,  la mujer de los lentes se dirigió a la mesa donde estaban estas tres personas de la que hablamos y les dijo las siguientes palabras:
- En un momento les traigo la carta.
Los dos adultos y el joven se quedaron impactados, no sabían si reír o admirarse, y quién no se sorprendería en ver que una persona que tiene una bata, así como las de médico, de repente se te acerque y te diga que te va a traer la carta; los colores clásicos de los meseros son abajo negro, arriba blanco, imagínense que alguien vestido de médico te lleva un plato con sopa, o que alguien vestido de enfermera te lleva un pay de piña , en fin, aunque dicha mujer no era una mesera, en su hábito, trajo la carta tal y como la había anunciado.
Los clientes recibieron la carta y en primera instancia confirmaron que el restaurante en el que se encontraban era un restaurante de mariscos, en segunda instancia pidieron lo que consumirían, la “doble trabajadora”, tomó la orden y la llevó a la cocina, cuando regresó de la cocina dijo las siguientes palabras:
- En 15 minutos tenemos lo que han pedido.
Bueno esas palabras son muy tradicionales en los puestos de comida, dicen 15 minutos y dan los alimentos una hora después, a menos que sea una tienda capitalista, donde si no sirven la orden en el tiempo que dicen la comida sale gratis, pero eso es otro tema.
La mujer de la bata blanca después de haber tomado las órdenes regresó a su mesa, parecía como si nada raro hubiera pasado, ella seguía ocupada con los lentes, los consumidores, seguían perplejos, y uno de ellos comentó:
- Esta señora sí que sabe hacer negocio, tiene un restaurante y además una óptica, cualquiera que venga al restaurante puede solicitar una revisión ocular, y cualquiera que venga por cuestión de sus ojos y que tenga hambre puede comer aquí.
 Los otros que escucharon sólo rieron, pues lo que se había dicho era muy cierto. Por mientras esperaban se pusieron a observar el comedero, el mismo que había hablado anteriormente dijo:
- Es una casa antigua.
Los demás asintieron, las paredes tenían unos cuatro metros de alto, las ventanas muy grandes, con portijas de madera labrada, agradables a la vista, los marcos de las puerta y éstas también muy altas, de unos tres metros, las grandes puertas de madera se veían finas, las paredes blancas arcaicas, o dicho de una manera más simple se notaba que las paredes estaban hechas de piedra, no de block a como ahora se conocen.
Era agradable estar observando las características del edificio antiguo de este restaurante, el techo se veía muy lejos, pero no importaba, se veía bien. Tenía las paredes normales, cuatro, y en una de ellas estaban las fotografías de las diecisiete embajadoras de los distintos municipios de Tabasco, bueno hacemos la corrección, sólo habían catorce fotos. Y en su interior el restaurante no llegaba a diez mesas, anotando que en cada mesa se podían sentar cuatro personas.
Hubieron pasado más de 15 minutos cuando la mujer de los lentes pasó en dirección a la cocina, tardó otros minutos allá, y después regresó con una bandeja y sirvió la mesa, los clientes comían y bebían cuando notaron que de una puerta salía una mujer hablando con un hombre que también traía bata, el hombre de la bata cerró la puerta y la mujer se dirigió a la mesa de lentes, ya la que también la hacía de mesera estaba ahí y después de que las dos mujeres hubieron cruzado algunas palabras la mujer de la mesa extendió su mano y entregó unos lentes a la otra mujer, justo en esta acción un hombre grueso de cuerpo llegó y se acercó a la mesa de lentes, saludó a la mujer compradora y en dos minutos estaban sentándose en una mesa para comer.
Lo que el adulto (de los tres que iban juntos) dijo anteriormente con respecto a un buen negocio de tener comida y lentes en un mismo lugar se comprobó en este instante.
Cuando los dos adultos y el joven hubieron terminado de comer y pagado, se dispusieron a salir del lugar, el joven cuando estaba saliendo seguía preguntándose porque habían dos negocios en el mismo lugar y uno de ellos no se anunciaba.
En su trayecto a la salida iba buscando algún indicio de que se hiciera publicidad a la óptica, sus ojos no encontraron nada, pero, cuando hubo cruzado la puerta de entrada y salida miró a sus espaldas y cerca de una de las ventanas había una cartulina verde fluorescente que escrita con letras de marcador negro decía, “Examen de la vista, graduación y venta de lentes a buen precio”, la letra no era bonita pero se podía leer y entender, el joven se rió y comprendió porque habían dos negocios en un mismo lugar, y atendidos hasta en cierta forma por el mismo personal.
Luego pensó que tal vez lo de la oftalmología tenía poco tiempo que lo habían implementado, no lo pudo confirmar, pero pensó como serían los restaurantes si en cada uno de ellos hubiera otro negocio muy distinto a la preparación de alimentos…

En este blog se publicará un texto diferente por lo general los días miércoles, sin embargo si alguien gusta de que se publique un texto de autoría suya será en un día distinto al miércoles, sólo basta que nos pongamos en contacto.
Por el momento me gustaría saber sus opiniones con respecto al texto, cualquier comentario lo pueden dejar aquí o en las siguientes direcciones:
E-mail: compartiendo.mariogall@gmail.com
Facebook: Mario Gallegos
Twitter: mario_gall
Me gustaría mucho recibir sus puntos de vista, me serán de gran ayuda si lo hacen…

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Por qué compartiendo?

A muchos de nosotros les gusta compartir las cosas que se tienen, a unos su dinero, a otros su amistad, alimentos, tiempo, sonrisas, entre tantas otras cosas, como ideas plasmadas en textos, así que por esta razón este blog lleva el nombre de compartiendo.
"Compartiendo" será un blog muy sencillo de leer, que aceptará las críticas, comentarios y puntos de vista de todo aquel que guste leerlo, sino es posible por este medio, será posible por otras direcciones que al final de estas pocas palabras dejaré.
"Compartiendo" estará integrado de cuentos, relatos, narraciones, crónicas, reportajes, ensayos, y algunos otros tipos de texto que espero sean de su gusto. En este espacio virtual también permitiré que otras personas publiquen sus textos, aunque en esos casos ya haré saber que no son de mi autoría, si alguien está interesado en que se comparta un texto suyo, bien me lo puede enviar y aquí lo compartiremos.
Por su parte sino les parece bien enviar su texto, pueden compartirme alguna historia personal que les gustaría compartir.
Yo, Mario Gallegos subiré mis textos de preferencia los días miercoles, es decir una vez por semana. Los otros posibles textos que pudiesen publicarse por este medio, si ustedes lo permiten, se hará en un día diferente de miercoles.
Si alguien se pregunta, ¿Quién eres tú para creerte un escritor? En primer lugar contestaría que ni siquiera me considero un escritor mas sí un redactor en proceso, que quiere apender a escribir y que para tal objetivo se ha propuesto practicar, y recibir las críticas de los que pudieran leerlo.
Otra pregunta que pueden hacer es ¿Qué lo avala para redactar? Puede que no tenga importancia, puede que sí, soy estudiante de la licenciatura en comunicación, me gusta leer, me gusta escuchar, me gusta preguntar, trato de escribir, y considero tener influencia saramaguina.
Aunque suene a político, soy alguien que me gusta aprender de la gente, y para ello me comporto de manera humilde.
Las direcciones en la cuales puedo recibir sus comentarios son las siguientes:
Correo: compartiendo.mariogall@gmail.com
Facebook: Mario Gallegos
Twitter: mario_gall

Gracias y espero que puedan leerme y comentarme...